El Combate
de San Lorenzo ocurrió el 3 de febrero de 1813, junto al Convento de San
Carlos Borromeo, entre las fuerzas independentistas rioplatenses (argentinas)
—quienes resultaron triunfadoras— y las colonialistas españolas (realistas).
Fue la única batalla en territorio argentino que libró el General José de San
Martín, quien tuvo bajo sus órdenes el Regimiento de Granaderos a Caballo.
La ciudad de
Montevideo — declarada por España como capital provisional del Virreinato del
Río de la Plata — era la principal base naval española en el océano Atlántico
Sur; por tierra estaba sitiada por el ejército de José Rondeau, al que luego se
sumaría José Gervasio Artigas. De modo que los españoles tenían que hacer uso
del mar y del Río de la Plata para abastecerse. Frecuentemente, una escuadrilla
realista salía de Montevideo en dirección al Paraná, y sus hombres merodeaban
las costas robando los ganados.
Una expedición
compuesta por once embarcaciones, que había salido de Montevideo con el
propósito indicado, fue seguida paralelamente por tierra por el coronel de
caballería José de San Martín al frente de 125 hombres del Regimiento de
Granaderos a Caballo recientemente creado por él. La marcha militar del
Libertador y sus hombres fue agotadora ya que se inició apenas cinco días antes
del enfrentamiento, la tarde del día 28 en Retiro, Buenos Aires.
Las fuerzas de
San Martín se adelantaron, deteniéndose el 2 de febrero cerca de la posta del
Espinillo, situada a 10 km al norte del Rosario, donde hoy se ubica la ciudad
de Capitán Bermúdez. Tras cambiar los caballos, continuaron al día siguiente su
recorrido hasta el Convento San Carlos, ingresando por el lado oeste del
monasterio. Tras negociar la situación con el superior de los frailes
franciscanos del convento, fray Pedro García, San Martín ocultó a sus
granaderos, de modo que la escuadrilla realista no pudo observarlos.
Los realistas
desembarcaron y avanzaron hacia el convento, suponiendo que allí estaban
depositados los principales bienes de la zona. Para su sorpresa, fueron
atacados por los granaderos a caballo sable en mano. El ataque de las tropas
argentinas se realizó con un movimiento de pinzas saliendo de la parte trasera
del convento. Una de ellas —la de la izquierda y la primera en moverse— estaba
encabezada por José de San Martín y la otra por el capitán oriental Justo
Germán Bermúdez, quien estaba secundado por el joven teniente porteño Manuel
Díaz Vélez. Bermúdez ejecutó un rodeo muy grande, forzando la escapatoria de
los españoles hacia sus buques. La táctica militar empleada por el General San
Martín consistió en una maniobra envolvente, tomada de Napoleón.
La columna del
coronel llegó antes de que la de Bermúdez completara el movimiento. Por un
momento, los españoles lograron defenderse. Una bala hirió al caballo de San
Martín, que rodó y apretó una de sus piernas, inmovilizándolo. Un enemigo iba a
clavarle la bayoneta, cuando apareció el soldado puntano Juan Bautista
Baigorria quien en ese preciso instante se interpuso, mató al soldado realista
y comenzó una defensa heroica de San Martín. Mientras, el soldado correntino
Juan Bautista Cabral ayudó a San Martín a liberarse de la opresión del lomo del
caballo sobre su pierna salvándole la vida.
Tanto el capitán
Justo Bermúdez como el teniente Manuel Díaz Vélez y el soldado Juan Cabral morirían
en esa heroica acción, por eso son conmemorados en la Historia Argentina.
Existe la creencia de que Baigorria murió en el combate de San Lorenzo, pero
los registros muestran que sirvió en el ejército de los Andes hasta
aproximadamente el año 1818.
La llegada del
grupo de Bermúdez, impidiendo que los realistas se reorganizaran en cuadro,
completó la victoria de San Martín, obligando a los realistas a huir
apresuradamente. Algunos realistas se arrojaron al río desde la barranca y
perecieron ahogados. El combate duró, en total, alrededor de 45 minutos.
Pese a lo escaso
de las tropas comprometidas y a la corta duración del enfrentamiento, éste tuvo
importantes implicancias históricas y estratégicas: San Lorenzo constituyó el
bautismo de fuego de los Granaderos a Caballo, marcó el inicio de la gesta
sanmartiniana en Latinoamérica y desalentó posteriores excursiones de los
realistas de Montevideo hacia el río Paraná. Por ello la ciudad comenzó a tener
problemas de abastecimiento que provocarían, mucho más tarde, su caída en manos
de las tropas de Buenos Aires.
No hay comentarios:
Publicar un comentario