Gral. Jose Francisco de San Martin |
Hoy se cumplen
200 años del Cruce de los Andes. El 17 de enero de 1817 se iniciaba la mayor
operación político- militar efectuada en el marco del proceso revolucionario e
independentista de Argentina, Chile y Perú que tuvo como principal jefe al
general José de San Martín.
El Cruce de los Andes fue
un conjunto de maniobras realizadas por el Ejército de los Andes de las Provincias
Unidas del Río de la Plata
(Argentina) entre el 17 de enero y el 8 de febrero de 1817, para atravesar con
una fuerza de 4.000 regulares y 1.200 milicianos1
la cordillera de los Andes desde la región argentina de Cuyo hasta Chile, y
enfrentar a las tropas realistas leales a la Corona española que allí se encontraban. Formó
parte del plan que el general José de San Martín desarrolló para llevar a cabo la Expedición Libertadora
de Argentina, Chile y del Perú.
El cruce de los Andes es
considerado como uno de los grandes hechos históricos de Argentina, así como
también como una de las mayores hazañas de la historia militar universal. Algunos autores lo toman como parte de un conjunto de
acciones que integran el llamado Plan de Maitland.
Idea
Tras la Revolución de mayo de 1810,
se inició la guerra de independencia argentina, como parte de un conjunto de revoluciones
contra la monarquía española a lo largo de todo el continente sudamericano. Si
bien dichos movimientos lograron un éxito inicial, luego su avance sufrió un
estancamiento, debido a la resistencia y represión que llevaron a cabo los
sectores americanos y peninsulares leales a la corona española, que mantenían
su centro de poder en Perú.
Organización
Para llevar a cabo su plan, San
Martín llegó a Mendoza el 7 de septiembre de 1814 con la idea de organizar un
pequeño y disciplinado ejército en la Provincia de Cuyo. A poco de llegado, entre el 1
y 2 de octubre de ese año, se produjo en Chile la Batalla de Rancagua, en la cual las fuerzas
patriotas chilenas fueron derrotadas, y parte de sus restos cruzaron la
cordillera en dirección a Mendoza, quedando Chile nuevamente en manos
realistas. Ante esta situación, San Martín recibió e incorporó a su incipiente
ejército cuyano —que ya contaba con alrededor de 1000 hombres—8 los restos de tropas chilenas al mando de Andrés del
Alcázar y Bernardo O'Higgins; la otra facción siguió a José Miguel Carrera
decidiendo no formar parte del nuevo ejército. Al mismo tiempo San Martín
incorporó a su ejército el Batallón de Auxiliares Argentinos (también llamado
Auxiliares de Chile), que había retornado de su misión en Chile al mando del
coronel Juan Gregorio de Las Heras por órdenes del gobierno de las Provincias
Unidas después de tomar conocimiento del Tratado de Lircay.
San Martín nombró al
jurisconsulto chileno Dr. Hipólito de Villegas, quien fuera desterrado por los
hermanos Carrera, como apoderado del Ejército de los Andes para percibir los
fondos que recolectaban con el objeto de proveer el sostenimiento de las
tropas. Intentó poner rápidamente a su ejército en condiciones de combatir,
ante el temor de que los realistas cruzaran la cordillera y atacaran Mendoza,
debido a la aparición de destacamentos realistas en el Portillo, Las Flechas y
Ladera de las Vacas en el paso de Uspallata. Pese a esos movimientos, este
temor nunca se hizo realidad debido a que el líder de las fuerzas españolas en
Chile, Casimiro Marcó del Pont, consideró el cruce por parte de un ejército
como impracticable.
Así fue que San Martín se abocó
durante los años 1815 y 1816
a formar el Ejército de los Andes, y a prepararlo para
el cruce de la cordillera de los Andes y el ataque a los realistas de Chile. El
9 de julio de 1816 las Provincias Unidas declaran su independencia y con Juan
Martín de Pueyrredón elegido Director Supremo el general San Martín recibió el
apoyo pleno del gobierno central para mejorar y consolidar el ejército. La
ciudad de Mendoza se transformó en un gran cuartel y fábrica militar, y casi
todos los pobladores cuyanos participaron en la elaboración de pólvora y
municiones, aprendieron a fundir cañones, tejer tela y coser ropa. Se montó una
fundición de armas a cargo del religioso franciscano fray Luis Beltrán, un cuerpo
de maestranza a cargo de Antonio Álvarez Condarco y servicios sanitarios a
cargo del médico Diego Paroissien
A mediados de 1816, San Martín
se instaló en el campamento de El Plumerillo, ubicado en las adyacencias de la
ciudad de Mendoza, donde constituyó su Estado Mayor. La actividad de San Martín
incluyó un complejo plan para engañar al enemigo (Guerra de Zapa) mediante el
envío de espías y conferencias con indígenas difundiendo el rumor de que
cruzaría los Andes por un paso más al sur, lo cual era de mayor factibilidad.
Los indígenas pehuenches comunicaron estos planes a los españoles de Chile,
quienes así dispersaron sus fuerzas y perdieron poder de resistencia. El grueso
del ejército cruzó los Andes por los difíciles pasos de Los Patos en San Juan,
al mando éste del General José de San Martín y Uspallata de Mendoza, los cuales
eran considerados como imposibles para el cruce, pero permitían cortar por el
centro a las líneas defensivas realistas y dirigirse directamente a Santiago de
Chile. Debieron atravesar más de 500
km de cordillera y pre-cordillera.
Tropa
El ejército se conformó por
aproximadamente 3800 soldados argentinos (incluyendo una parte del ejército de
patriotas chilenos), 1200 milicianos como TROPA de auxilio (para
conducción de víveres y municiones), 120 barreteros y 21 piezas de artillería.
Transporte
Para el cruce utilizaron 1600 caballos
y 10 600 mulas, por lo que todo el personal realizó el cruce montado.
Armas
Llevaron 22 cañones, 2000 tiros
de cañón, 1129 sables y 5000 fusiles de bayoneta.
Alimentación
La base de la alimentación del
ejército fue el valdiviano —plato sobre la base de carne seca (charqui)
machacado, grasa, rodajas de cebolla cruda y agua hirviendo—. Las columnas que
llevaban los víveres iban a retaguardia. Transportaron más de 4 toneladas de
charqui, galletas de maíz, 113 cargas de vino, aguardiente para disminuir el
frío nocturno, ajo y cebolla (para combatir el soroche,o apunamiento) 600 reses
para la provisión de carne fresca, quesos y ron.
Abrigo
Además de los uniformes,
llevaron ponchos de San Luis, frazadas y mantas de franela. El frío era tan
intenso que los animales también fueron abrigados. Se los cubrió con mantas.
La salud del general
San Martín padecía de úlceras, y
durante muchos tramos del cruce, aquejado por sus dolencias, debió ser
trasladado en camilla. Durante el regreso a Buenos Aires, luego del primer
cruce, estas dolencias hicieron empeorar su salud.
Bandera
A pedido de San Martín, las
damas mendocinas cosieron una bandera, la que fue bordada a mano. Cuando el
ejército se embarcó hacia el Perú en Valparaíso, viajó con una bandera chilena
con tres estrellas agregadas, por lo que San Martín dejó la bandera de los
Andes en depósito del Gobierno chileno. Luego de renunciar al protectorado del
Perú, al pasar por Mendoza San Martín puso en conocimiento del gobierno
provincial que la bandera estaba en Chile y fue reclamada y trasladada a
Mendoza. Actualmente esta bandera se encuentra en un edificio creado con el fin
particular de cuidar la
Bandera. El Memorial de la Bandera del Ejército de Los Andes fue inaugurado
el 17 de agosto de 2012. En él se pueden encontrar, además, dos banderas
capturadas en la Batalla de Chacabuco. A pedido de San Martín
tenía muy claro los colores que debía tener la bandera del Ejército de los
Andes: celeste y blanco. A la búsqueda de telas salieron la esposa del
Libertador, Remedios y su amiga, Laureana Ferrari. Tras conseguirla, Remedios
se puso a coser y sus amigas a bordar. El escudo de armas que orna el centro de
la bandera, se estima que fue dibujado por el Capitán Bermúdez o el Sargento
Antonio Arcos. Laureana Ferrari escribió que el óvalo del escudo fue diseñado
por una tal señora de Huisi y las manos dibujadas por el brigadier Soler;
también reveló que las lentejuelas de oro fueron sacadas de dos de sus abanicos
(que hoy se encuentran expuestos en el Museo Histórico Nacional) y que el óvalo
y el sol del escudo fueron adornados con rosetas de diamantes y perlas de
collares suyos y de Remedios. El 5 de enero de 1817 - a pocos días de la
partida del Ejército - la bandera fue bendecida en la iglesia matriz de
Mendoza. Después de la ceremonia, San Martín tomó la bandera y se dirigió a la
plaza mayor, donde estaban las tropas alineadas. Ante ellas exclamó:
"Soldados: Esta es la primera bandera independiente que se ha levantado en
América". Y la agitó tres veces en medio de un indescriptible júbilo de
campanas, salvas, vivas y músicas.
El cruce
Lo que no me deja dormir es, no
la oposición que puedan hacerme los enemigos, sino atravesar estos inmensos
montes.
Carta de San Martín a Tomás Guido,
del 14 de junio de 1816
El 5 de enero de 1817 se inició
el cruce de la cordillera de los Andes.
El Ejército de los Andes,
formado en El Plumerillo (a 7
km de Mendoza), abandonó el campamento e inició el cruce
de los Andes por los pasos de Los Patos y Uspallata. Estas vías abruptas
aseguraban el factor sorpresa. El cruce duró 21 días, utilizándose guías (baqueanos).
La altitud máxima alcanzada superó los 4000 msnm.
El plan de campaña era dividir
las tropas en dos columnas (principal y secundaria) y cuatro destacamentos.
Principal: estaba formado
por tres columnas al mando respectivo de Miguel Estanislao Soler (vanguardia),
San Martín y O'Higgins, ambos con la reserva a una jornada de distancia. Avanzó
por el paso de Los Patos.
Secundaria: estaba al
mando de Juan Gregorio de Las Heras, que avanzó por la ruta de Uspallata. A dos
días de distancia lo seguía Luis Beltrán con el parque y la artillería.
Las fuerzas principales llegaron
al otro lado entre el 6 y el 8 de febrero.
Las cifras del cruce
- Hombres: 5424 (que incluían 3 generales, 28 jefes, 208 oficiales y 2105 granaderos).
- Cañones transportados: 21 (2 obuses de 6 pulgadas, 7 cañones de batalla de 4 pulgadas, 9 cañones de montaña, 2 cañones de hierro y 2 cañones de 10 onzas).
- Promedio de avance por día: 28 km.
- Frente del teatro de operaciones: 800 km.
- Altitud promedio: 3000 msnm. Altitud máxima: más de 4000 msnm.
- Variación de temperatura diurna: se soportó una diferencia térmica diaria promedio de 40 °C, entre la temperatura más elevada del día (30 °C) y la temperatura más baja de la noche (-10 °C).
Bandera del Ejercito de los Andes |
Guiando las tropas |
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