El 16 de enero de 1991, en Medio Oriente; se inicia oficialmente la Guerra del Golfo Pérsico o también reconocida mundialmente como Operación "Tormenta en el Desierto". La histórica guerra se desarrolló entre el gobierno de la República de Iraq por un lado contra la coalición internacional compuesta por 34 países y liderada por Estados Unidos por el otro. Aunque la guerra en si comenzó desde agosto de 1990 con la invasión iraquí a Kuwait, no fue hasta el 16 de enero que iniciaron los combates entre la coalición militar autorizada por la ONU contra las fuerzas invasoras iraquíes comandadas por Sadam Hussein.
Las diferencias entre Hussein y Estados Unidos que en la década anterior habían sido socios eran ya irreconciliables desde el cambio de política internacional de George Bush. En parte Saddam consideraba que los territorios de Kuwait pertenecían históricamente a Iraq y debían volver a manos de este país, ahí comienzan las disputas por una de las zonas petrolíferas más ricas del mundo. Estados Unidos consiguió consolidar un apoyo internacional muy amplio para iniciar la invasión dentro de un país que había violado la soberanía de otro Estado.
Para justificar la coalición, Estados Unidos recurrió al Consejo de Seguridad de Naciones donde China y la Unión Soviética se abstuvieron y consiguió los restantes apoyos. La coalición multinacional encontraba diversos países: Estados Unidos, Gran Bretaña, Kuwait, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Egipto, Siria, Marruecos, Qatar, Francia, Bélgica, Pakistán, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, España, Argentina, Italia, Polonia, Checoslovaquia, Grecia, Corea del Sur, Hungría y Noruega; totalizando un millón de efectivos frente a medio millón de iraquíes. La invasión consistió en un bombardeo sistemático sobre líneas enemigas y un rápido avance con blindados y paracaidistas, luego entrarían los avances del ejército terrestre y desde el mar la Marina de diversos países haría el resto.
Así, en pocas semanas la operación culminó en un éxito en un estilo de “blitzkrieg en la arena”. Iraq no solo se replegó si no que cedió hasta sus fronteras y se vio asediada al punto de que muchos estimaron una invasión sobre suelo iraquí que finalmente no se produjo. La coalición perdió 400 vidas y Kuwait unas 1.200, frente a 25.000 iraquíes muertos. La guerra marco el retorno triunfal de Estados Unidos a las guerras a gran escala luego del fracaso 15 años antes de Vietnam.
No hay comentarios:
Publicar un comentario