En el Día del Historiador Correntino, transcribo la nota al
respecto publicada en el Época el viernes 21 de Julio de 2017.
DÍA DEL
HISTORIADOR CORRENTINO.
Como todos los años, desde hace más de una década, el primero de
julio, los que nos ocupamos de la Historia de Corrientes, fuimos objeto de
numerosas felicitaciones porque se conmemoraba el “Día del Historiador”.
Y bien, ya en julio de 2016 publicamos una nota donde dejábamos
sentado que ese “Día del Historiador”, es válido para la generalidad de los que
investigan y escriben Historia en la Argentina, pero en Corrientes, los
Historiadores tienen su propia evocación todos los días 25 de julio, cuando se
celebra el “Día del Historiador Correntino”.
Ya el año pasado explicamos, en general, cómo la idea de un día propio para los Historiadores del Taragüí nació precisamente como un reflejo, espejando la sanción de la Ley 25.566, que el 5 de abril de 2002 estableció el “Día del Historiador”.
Narramos también cómo la norma tuvo su génesis a partir del 14 de marzo de aquel año, cuando una propuesta de Armando Alonso Piñeiro publicada en la revista “Historia” evocó una jornada en la que, presuntamente, el Primer Triunvirato decretó, en 1812, que Fray Julián Perdriel escribiera los sucesos de la Revolución de Mayo para “perpetuar la memoria de los héroes y las virtudes de los hijos de América del Sud, y a la época gloriosa de nuestra independencia civil”.
Ya el año pasado explicamos, en general, cómo la idea de un día propio para los Historiadores del Taragüí nació precisamente como un reflejo, espejando la sanción de la Ley 25.566, que el 5 de abril de 2002 estableció el “Día del Historiador”.
Narramos también cómo la norma tuvo su génesis a partir del 14 de marzo de aquel año, cuando una propuesta de Armando Alonso Piñeiro publicada en la revista “Historia” evocó una jornada en la que, presuntamente, el Primer Triunvirato decretó, en 1812, que Fray Julián Perdriel escribiera los sucesos de la Revolución de Mayo para “perpetuar la memoria de los héroes y las virtudes de los hijos de América del Sud, y a la época gloriosa de nuestra independencia civil”.
Puntualizamos asimismo que las interpretaciones actuales de
aquel momento histórico, sostienen que en definitiva la tarea fue encarada por
el Deán Gregorio Funes, que realizó una pesquisa documental a partir de la cual
escribió un “Ensayo de la historia civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán”.
En el mismo orden, destacamos algunas incongruencias existentes,
ya que el proyecto de ley inicial designaba a Fray Julián Perdriel, y ya en el
2002, Ricardo Vitiritti en una presentación ante el Congreso, demostró que
quienes lo elaboraron e impulsaron, entre los que cita numerosas instituciones
de fuste, se basaron en el Diccionario Histórico de Piccirilli, que da como
fecha de aprobación del decreto el 1 de julio, cuando en realidad la lectura de
La Gazeta de Buenos Aires, demuestra que se publicó el 24 de ese mismo mes.
Reiterando además lo ya publicado, la obra propuesta a Perdriel se titulaba “Historia Filosófica de la Revolución de Mayo”, el propio Triunvirato suspendió por razones económicas el encargo en 1814, y nunca se publicó; en tanto Funes, (La Gazeta, 29 de julio de 1815), a fin de editar una obra suya titulada “Ensayo histórico de las tres antiguas provincias, Paraguay, Tucumán y Buenos Ayres hasta la época de nuestra actual revolución”, abre una suscripción.
Reiterando además lo ya publicado, la obra propuesta a Perdriel se titulaba “Historia Filosófica de la Revolución de Mayo”, el propio Triunvirato suspendió por razones económicas el encargo en 1814, y nunca se publicó; en tanto Funes, (La Gazeta, 29 de julio de 1815), a fin de editar una obra suya titulada “Ensayo histórico de las tres antiguas provincias, Paraguay, Tucumán y Buenos Ayres hasta la época de nuestra actual revolución”, abre una suscripción.
Vitiritti, propone cambiar a Perdriel por Funes, y correr la
fecha al 24 ó al 29 de julio, lo que en definitiva resulta en un Día del
Historiador donde, con fecha errónea, se mezclan el malogrado interés por el
pasado del Triunvirato, con el nombre y la obra, de quien realmente fue el
primero en publicar sobre nuestra Revolución.
Abundando, como ya destacamos en 2016, entre el encargo del
Triunvirato y el Ensayo de Funes media un trienio, lo que nos traslada al año
1815, cuando Corrientes estaba ardorosamente alineada con la empresa
revolucionaria abanderada por José Gervasio Artigas, visceralmente distante de
Buenos Aires y sus pretensiones de dominio pos virreinal sobre el resto del Río
de la Plata.
No ahondaremos más hoy en esta cuestión, que ha sido y será
especioso material de nuestras notas. En esta oportunidad, nos interesa sí
profundizar, y especialmente personalizar, sobre los actores y las acciones que
condujeron a la sanción de la Ley del Día del Historiador Correntino, los
avatares acaecidos a lo largo de todo el proceso que remató en su sanción y,
muy en particular, identificar las dificultades que tuvo, tiene y es dable
presumir tendrá, para que deje de ser año tras año poco menos que una letra
muerta, un desteñido festejo de unos pocos especialistas memoriosos,
arriesgando terminar cayendo en ese marasmo donde encuentran sepultura tantos
de nuestros valores que no fueron, como por ejemplo el Himno a Corrientes.
En definitiva, motivada por el efecto que la Ley porteña, tuvo
entre algunos de sus miembros, en una reunión ordinaria de aquel mismo año 2002
de la Comisión Directiva de la Junta de Historia de la Provincia de Corrientes,
se planteó la propuesta de lograr la sanción de una ley provincial que
consagrara un día para honrar a los propios historiadores, a los que
escribieron sobre el pasado desde Corrientes.
Del debate subsiguiente, sin mayores altibajos surgió el nombre
de Manuel Florencio Mantilla, el primer historiador científico correntino, como
el hombre y el nombre para corporizar el fasto. En punto a fecha, se escogió la
de su nacimiento, el 25 de julio, tanto por considerar auguralmente mejor su
entrada en el mundo, como porque su óbito tuvo lugar un 17 de octubre, día que
jalona otra evocación.
A partir de allí, logrado el consenso en torno a la figura del
Historiador saladeño, las acciones siguientes fueron desarrolladas por miembros
específicos de la Junta, hasta culminar en la sanción y promulgación de la Ley.
Uno de los integrantes de la Junta, Jorge Enrique Deniri,
elabora un primer borrador, que es consensuado con el doctor Carlos María
Vargas Gómez y entregado a manos de otro miembro, Jorge Manuel Picchio, para
darle la forma definitiva de Proyecto de Ley, y allí comienza el largo y
azaroso peregrinar que necesariamente afrontan prácticamente todas las
propuestas legislativas cuya aprobación no dragonea en la primera fila del
interés de los legisladores.
Como sea, el proyecto se le ofreció a la Presidencia de la
Cámara de Diputados de Corrientes que lo aceptó, pero lo presentó reformulado con
su propia impronta en el año 2004. La Ley, finalmente se sancionó bajo el
número 5686 el 17 de noviembre de 2005, la promulgó el Decreto 1278 del 17 de
julio de 2006, y el Boletín Oficial la publicó el 31 de julio de ese año.
Como puede verse, un lustro después del alumbramiento de la
iniciativa, ahíta de cajones e incluso de un pásese a archivo. Instancias todas
de las que la rescató una y otra vez, la paciencia persistente de Jorge Manuel
Picchio, a quien por esa causa no dudamos en señalar como el principal de sus
progenitores.
Y llegados aquí, también recuperamos algo de nuestra nota de
2016, cuando aseverábamos que “…En su parte medular, el texto de la norma dice
así: ARTÍCULO 1.- INSTITÚYASE el 25 de julio de cada año como “DÍA DEL
HISTORIADOR CORRENTINO”, en razón de conmemorarse, en esa jornada, el
aniversario del natalicio del primer historiador correntino, Dr. Manuel
Florencio Mantilla.
De los fundamentos de la Ley, rescatamos el párrafo que dice:
“…la labor del Historiador Correntino no ha sido merecedora de un
reconocimiento, más allá de la simple valoración de su trabajo intelectual en
el medio en el que se desenvuelve, donde los investigadores afrontan a su costa
su tarea y con sus medios, los gastos de edición de sus obras, lo que ha conspirado,
en no pocos momentos contra el conocimiento y difusión de las mismas”.
Pero ese es un poco el antes, la situación actual es otra. Hay editores que hacen suyos los esfuerzos de nuestros historiadores, y los poderes públicos también participan del esfuerzo historiográfico provincial. Sin embargo, resta todavía lograr algo más: Como sabemos, los hechos históricos esenciales, los aprendemos en la escuela primaria. Son las conmemoraciones escolares las que nos enseñan a ser y porqué somos argentinos, y también hacen su aporte a la formación de la correntinidad. Subsiste un problema: debido a que suele coincidir con el receso invernal, el Día del Historiador correntino todavía no está instalado en la memoria de nuestras escuelas, de nuestros educandos, y a partir de ellos de Corrientes toda.”
Pero ese es un poco el antes, la situación actual es otra. Hay editores que hacen suyos los esfuerzos de nuestros historiadores, y los poderes públicos también participan del esfuerzo historiográfico provincial. Sin embargo, resta todavía lograr algo más: Como sabemos, los hechos históricos esenciales, los aprendemos en la escuela primaria. Son las conmemoraciones escolares las que nos enseñan a ser y porqué somos argentinos, y también hacen su aporte a la formación de la correntinidad. Subsiste un problema: debido a que suele coincidir con el receso invernal, el Día del Historiador correntino todavía no está instalado en la memoria de nuestras escuelas, de nuestros educandos, y a partir de ellos de Corrientes toda.”
Este año, la Junta de Historia de la Provincia de Corrientes ha
decidido dar un paso más, y el martes 25 de julio a las 1900 horas, conmemorará
el “Día del Historiador correntino” en el Archivo General de la Provincia, buscando
dar a la fecha sino todo, al menos una parte mayor del relieve que por derecho
le corresponde, anhelando que el próximo primero de julio, quienes nos saluden
por el Día del Historiador, lo hagan sí, que la Argentina es una y es de todos,
pero sabiendo y recordando que también tenemos un Día del Historiador propio,
consagrado a nuestra correntinidad.
Un gran profesor, al igual que una gran persona.
ResponderEliminar