martes, 1 de agosto de 2017

Organización de la Nación Argentina

Justo José de Urquiza lideró el país, aunque no pudo evitar la separación del "estado de Buenos Aires" del resto de las provincias. En 1853, tras la separación de la Provincia de Buenos Aires, trece provincias (Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán), se reunieron en el Congreso Constituyente de Santa Fe y sancionaron la Constitución de 1853 que constituyó la República Argentina -también conocida hasta 1860 como Confederación Argentina- sobre la base de principios republicanos, representativos, federales y liberales, a partir de un anteproyecto elaborado por Juan Bautista Alberdi. La población que habitaba los territorios que se encontraban fuera de esas provincias quedó sin representación política ni derechos cívicos hasta sus respectivas provincializaciones (Misiones, La Pampa, Chaco, Formosa, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz serían provincializadas a mediados del siglo XX y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur lo serían en 1991). La provincia de Buenos Aires, por su parte, permaneció separada de la Confederación hasta 1860. En las elecciones presidenciales de 1854, Urquiza fue elegido Presidente de la Confederación. 

Sin un puerto importante para comerciar, las economías de las provincias de la Confederación se verían muy afectadas por la separación de Buenos Aires, por lo que intentaron unirla por medios bélicos. Tras la Batalla de Cepeda (1859) y la Batalla de Pavón, de 1861, se logró la unificación del país, y Urquiza se retiró para siempre de la política. 

Las tres presidencias que se dieron en la República Argentina posteriores a la culminación del proceso constituyente originario del estado y que se prolongaron durante un período de dieciocho años que abarcó desde 1862 hasta 1880 se denominan las presidencias históricas. 

En 1862 Bartolomé Mitre, quien fuera Gobernador de Buenos Aires, asumió como primer Presidente constitucional de la Argentina unida. Inició una política codificación, sancionó importantes leyes y promovió la inmigración y la educación. Combatió brutalmente las resistencias de los caudillos provinciales, especialmente la del célebre caudillo Peñaloza. Como el Paraguay de Francisco Solano López había invadido y ocupado la provincia de Corrientes, la Argentina se alió con Brasil y Uruguay para derrocarlo mediante la Guerra de la Triple Alianza.50 51 El que se pensaba sería un conflico de rápido desenlace, concluyó en 1870 luego de 6 años, dejando al Paraguay totalmente devastado y cobrándose la vida de 30 000 soldados argentinos. 

Sería sucedido por Domingo Faustino Sarmiento en 1868, que realizó el primer Censo Nacional de Población, promovió la educación popular, la cultura y los telégrafos. Luchó contra los últimos caudillos federales derrotándolos, y se firmaron importantes tratados internacionales, además de finalizar la Guerra de la Triple Alianza. También incentivó la inmigración europea que siguió hasta mitad del siglo XX. Entre 1871 y 1915, la Argentina recibió casi 5 000 000 de inmigrantes, mayormente europeos, de pueblos y culturas diversas. 

Tras una pequeña crisis económica, Sarmiento fue sucedido por Nicolás Avellaneda (1874), quien se empeñó en controlar los territorios aún ocupados por los indígenas. Además, continuó el fomentó de la inmigración y nuevas industrias, aunque durante su período debió enfrentar una seria recesión económica. En 1878 se efectuó la Expedición Py que aseguró la soberanía argentina al sur del río Santa Cruz, en momentos en que amenazaba un conflicto con Chile. 

En 1879 se llevó a cabo la Conquista del Desierto la cual logró, por medios bélicos, el objetivo de hacer ejercer el efectivo dominio del estado nacional sobre millones de hectáreas de la llanura pampeana occidental y el norte de la Patagonia, las que aún permanecían bajo el control de indígenas. Esta campaña, liderada por el ministro Julio Argentino Roca eliminó la amenaza de los malones sobre la antigua línea de la frontera con el indio, pero benefició enormemente a unos pocos estancieros. Años después se aplicó una metodología similar para hacer lo propio con los territorios chaqueños. Mediante ambos procesos se logró ocupar y sumar a la producción a una amplia superficie del país, que incluía territorios pretendidos por otros países, consolidando de este modo las fronteras argentinas. Como contraparte, provocó una drástica reducción de la población aborigen de dichas regiones. 

En 1880 estalló una última revolución centralista, (aunque también en contra del generalizado fraude electoral, habitual en la segunda mitad del Siglo XIX en el país) en Buenos Aires, liderado por Carlos Tejedor y Bartolomé Mitre; su derrota, que dio fin al período de las guerras civiles argentinas, permitió sancionar la Ley de Federalizacion, que federalizaba la Ciudad de Buenos Aires, transformándola en capital del País. 

Poco después, Roca asume la presidencia de la Nación, gobierno que inicia un importante plan de construcción de obras públicas a lo largo de todo el país. Con él también se inicia un período de más de 3 décadas de gobiernos conservadores y liberales, sostenidos por políticas fraudulentas y muy especiales en la historia del País.

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